viernes, 15 de enero de 2010

SALIR AL ORIENTE

Maletas casi totalmente listas, con un poco de prisas, pero finalmente todo en su lugar: guía, lámpara para poder leer un poco si estamos en un lugar "parecido" al Rancho, poca ropa (para comprar la vestimenta apropiada allá), cepillo de dientes, otros detalles en el botiquín, boletos de avión, pasaporte.

Según mis cálculos, todo estaba en orden y listos para el embarque. Ahí estamos, 4 Am, aeropuerto Internacional, haciendo fila para documentar nuestro equipaje con destino final: Bangkok.

Todo en orden, a excepción de la VISA PARA THAILANDIA. ¡Eso no dice mi "guía de viajero"! Ah chingao... "pero me la pueden estampar llegando al aeropuerto ¿no?" "una visa de 30 días ¿no?"... Pues desgraciadamente, siendo mexicano, no. "A la antigüita" hay que solicitar la visa para visitar el país: sábetelo bien habitante de este planeta, no todo el mundo es México y Estados Unidos y la paranoia, si bien tiene su centro de producción más importante está en EUA, es contagiosa.

Así que pues, con total resignación y paciencia, evitando decir "soy un pendejo" nos retiramos del aeropuerto como si no hubieramos reunido los requisitos para volar. Las alas cortadas y lágrimas en los ojos de Vale. Eso sí me dolió.

En fin, a solucionar "la bronca". Revisamos ahora sí entonces "el detallito" y efectivamente, salvo contadas excepciones, se requiere visa para visitar el Reino de Thailandia. Menudo procedimiento que me requiere invertir algo de tiempo para conseguir un bonito papelito. La verdad sí, sí quiero ir con todas mis ganas y me doy mi vuelta a la Embajada. Resulta ser gratis, al día siguiente y todo: UNA MERA FORMALIDAD. "Hay papeles que le chingan la vida a uno" casi una máxima de Martín Fierro...

Luego, a negociar el boleto de avión. Ok, un cobro descente por la metida de pata, pero cinco días menos del itinerario. De golpe borrados del calendario casi una semana de vacaciones y una visita largamente acariciada a Chiang Mai a practicar ashtanga yoga con Danny Paradise. Mierda, mierda, mierda. Estar atorados unos días en el Df, de vacaciones pero en el Df, yo quería estar probando curries, consiguiendo mi sarong de algodón, dirigiéndome al norte, practicando yoga... Cuando me pasa esto de improviso, me angustio, mi mente se llena de cosas que quiero hacer y no se puede por alguna u otra razón. En fin, en esta granja grande llamada Df, hay para todos, algo habré de hacer para calmarme y hacer pasar el tiempo. Carambas, pero vaya que hay que saber improvisar para no ser consumido por esta especie de... ¿inercia? Lo acepto, mi vena chilanga late en mí, y fácilmente me uno con el paisaje, me contextualizo... ¿Pero en realidad para qué?

De nuevo, unos cuantos topes en la pared, tiempo para descansar: DE VACACIONES, entiéndase. Ay.... hay tiempo, hay cosas que se pueden hacer, ay, pero es que yo ya me hacía en Thailandia...

Problema resuelto. Hasta VISA Hindú tenemos. Nos vamos en Lunes.... ahora sí, nos vamos el Lunes...

No hay comentarios: