domingo, 31 de enero de 2010

EN TIERRAS DE SIAM


Thailandia es una mezcla de olores, de impresiones, de ecosistemas, de un alfabeto indescifrable pero hermoso en su caligrafia. Me impresiona su alto nivel de alfabetizacion, (desde aca no puedo poner acentos ni enies..) en el cual tiene mucho que ver las importantes raices budistas que tienen en este pais unas bases increiblemente solidas... (mucho mas solidas de lo que pense.. hasta dan ganas de quedarse mas tiempo a tomar un retiro de meditacion budista).

Que contraste con lo que pasa en Mexico!!! En nuestro pais, el clero ha sido el primero en quemar libros (en esta historia de nuesto Mexico en devenir) y como si de este error historico tan enorme no se arrepintieran, lo repiten actualmente (en menor escala, por suerte) incitando a los "padres de familia" a quemar los libros de biologia que hablan del sexo.

Por aca los monjes, si bien tienen algunos aspectos criticables, como el tenerles que ceder la banqueta cuando van caminando, o no ser tocados por mujeres... no son asi de retrogrados. Varios monasterios estan ubicados justo en medio del torbellino del devenir humano, enclavados justo en medio de las grandes ciudades, a un ladito de los lugares donde los turistas (principalmente los occidentales... de los cuales, como mexicanos inevitablemente formamos parte, aunque seamos los "mejor portados") han desarrollado su mercado de vicios y sexo (tal cual, es un mercado de vicios y sexo al servicio del turismo, "touch feel" me lo ofrecian.. jajajajaja) No niegan el sexo ni los vicios ni nada, lo reconocen como una realidad humana e imagino que esta experiencia directa les sirve de motivacion para superar asi la condicion humana y alcanzar ese estado tan preciado de "budeidad".... No es una vision de un mundo de sudor y lagrimas, y sufrimiento (aunque en realidad esa sea una de las nobles verdades sobre las que se sostiene el budismo) sino que es mas bien como una vision de un mundo que puede ser ennoblecido y para el cual el conocimiento es una herramienta importante. El conocimiento de los libros es una cosa preciada. La industria editorial en Thailandia esta a anios luz de la nuestra (disculpa por la falta de enies....)

Me encanta este pais que tanto se parece al nuestro, con la ligera diferencia de que las diferencias no son tan notables entre las clases, el pueblo thailandes esta en las calles, en sus trenes, en sus playas, en sus escuelas, en el campo, integrando migrantes de otros paises en conflicto (como la vecina Burma o Birmania) a su vasto abanico de diversidad cultural. Tienen un rey (larga vida al rey) omnipresente en cada billete, en cada esquina, en cada altar... pero el cual se ha dado a la tarea de cambiarles a los campesinos el opio por fresas, por macadamias, por litchis... Los monjes, en vez de mandar sus riquezas al Vaticano, o de ser enterrados con joyas, hay ejemplos notables de algunos que colectaron limosnas para comprar oro para el banco nacional de Thailandia. Tantos ejemplos de individuos resueltos en su propia identidad, que da envidia.

Baste decir ahora que me dan envidia sus trenes, y coraje pensar que nosotros tuvimos los nuestros y ahora los vendemos como fierro viejo.

lunes, 18 de enero de 2010

DE QUE NOS VAMOS... NOS VAMOS


Ahora sí... la emoción de tomar vuelo no me deja dormir...

Pensar que la latitud correspondiente a Sontecomapan es "aproximadamente"... Chiang Mai... Que ese lugar y sus maravillas entre las montañas ya están más cerca, aunque ahorita mismo estén increíblemente lejos...

¿Quién iba a imaginar esto posible hace cien años?

Me voy, nos vamos, volamos... a la tierra "de los otros", de esos otros yo que no son yo pero que son como yo, porque aunque no hablan como yo ni piensan como yo, vienen de madre humana y mortal como yo y nos fatigamos bajo este mismo sol y nos hacemos grandes preguntas y tomamos desiciones y volamos... volamos también, "nosotros" nos vamos a ver como nos va con "ellos" y seguro que la vamos a pasar re bien!

Tierra de muchos Budas... ahí vamos!!!!


viernes, 15 de enero de 2010

SALIR AL ORIENTE

Maletas casi totalmente listas, con un poco de prisas, pero finalmente todo en su lugar: guía, lámpara para poder leer un poco si estamos en un lugar "parecido" al Rancho, poca ropa (para comprar la vestimenta apropiada allá), cepillo de dientes, otros detalles en el botiquín, boletos de avión, pasaporte.

Según mis cálculos, todo estaba en orden y listos para el embarque. Ahí estamos, 4 Am, aeropuerto Internacional, haciendo fila para documentar nuestro equipaje con destino final: Bangkok.

Todo en orden, a excepción de la VISA PARA THAILANDIA. ¡Eso no dice mi "guía de viajero"! Ah chingao... "pero me la pueden estampar llegando al aeropuerto ¿no?" "una visa de 30 días ¿no?"... Pues desgraciadamente, siendo mexicano, no. "A la antigüita" hay que solicitar la visa para visitar el país: sábetelo bien habitante de este planeta, no todo el mundo es México y Estados Unidos y la paranoia, si bien tiene su centro de producción más importante está en EUA, es contagiosa.

Así que pues, con total resignación y paciencia, evitando decir "soy un pendejo" nos retiramos del aeropuerto como si no hubieramos reunido los requisitos para volar. Las alas cortadas y lágrimas en los ojos de Vale. Eso sí me dolió.

En fin, a solucionar "la bronca". Revisamos ahora sí entonces "el detallito" y efectivamente, salvo contadas excepciones, se requiere visa para visitar el Reino de Thailandia. Menudo procedimiento que me requiere invertir algo de tiempo para conseguir un bonito papelito. La verdad sí, sí quiero ir con todas mis ganas y me doy mi vuelta a la Embajada. Resulta ser gratis, al día siguiente y todo: UNA MERA FORMALIDAD. "Hay papeles que le chingan la vida a uno" casi una máxima de Martín Fierro...

Luego, a negociar el boleto de avión. Ok, un cobro descente por la metida de pata, pero cinco días menos del itinerario. De golpe borrados del calendario casi una semana de vacaciones y una visita largamente acariciada a Chiang Mai a practicar ashtanga yoga con Danny Paradise. Mierda, mierda, mierda. Estar atorados unos días en el Df, de vacaciones pero en el Df, yo quería estar probando curries, consiguiendo mi sarong de algodón, dirigiéndome al norte, practicando yoga... Cuando me pasa esto de improviso, me angustio, mi mente se llena de cosas que quiero hacer y no se puede por alguna u otra razón. En fin, en esta granja grande llamada Df, hay para todos, algo habré de hacer para calmarme y hacer pasar el tiempo. Carambas, pero vaya que hay que saber improvisar para no ser consumido por esta especie de... ¿inercia? Lo acepto, mi vena chilanga late en mí, y fácilmente me uno con el paisaje, me contextualizo... ¿Pero en realidad para qué?

De nuevo, unos cuantos topes en la pared, tiempo para descansar: DE VACACIONES, entiéndase. Ay.... hay tiempo, hay cosas que se pueden hacer, ay, pero es que yo ya me hacía en Thailandia...

Problema resuelto. Hasta VISA Hindú tenemos. Nos vamos en Lunes.... ahora sí, nos vamos el Lunes...