viernes, 27 de abril de 2007

EN LA JUNGLA LA BODA FUE...


Entre palmeras, árboles centenarios, aves, insectos y hasta murciélagos; con guayaberas, vestidos, colores, velas, discursos, música; bebiendo whisky, tequila, vodka, ron, cervezas, vino, (el vermouth y el campari fueron olvidados, o más bien nunca presentados). Como si una nube me llevara de mesa en mesa, el tiempo fue pasando; la celebración rebosante de alegría, gracias a todos.

Yo me jactaba de que solamente me pondría nervioso la lluvia: que agua cayera sobre nosotros, sobre los invitados, sobre el pastel. Por esa razón en parte escogimos la temporada seca para realizar la fiesta, pensando que una fecha como el 21 de abril sería garantía de sol resplandeciente. ¡Oh Tlaloc, que susto me habías dado! La mañana del viernes amaneció nublada, nubarrones en todo el país provenientes del Océano Pacífico. Todavía recuerdo el nudo en la garganta al sentir un poco de brizna húmeda mientras hacíamos los últimos arreglos la tarde del viernes en La Jungla.

Pero no tengo deudas con el señor de las aguas, y a pesar de que amaneció el sábado igual de nublado, el atardecer fue lo que yo pedía, GRACIAS A DIOS. Imagino que ustedes comparten conmigo la impresión de que todo fue más hermoso al atardecer, los ánimos encendidos por los tragos, la música, la alegría. Todo lo que brillaba desprendía enormes cantidades de felicidad, como si todos, familiares, amigos y demás invitados, incluyendo la exuberante vegetación, irradiaran como si estrellas fueran, amor, mucho amor.

No podré terminar ahora mis remembranzas del sábado, pues todavía no se cumple una semana de la celebración y sigo con la experiencia en la piel, la sudo todavía, percibo el olor del merengue del pastel, las burbujas del champagne, la dulzura del vino, la frescura de la cerveza en cada trago que doy.

martes, 17 de abril de 2007

EN EL MAR LA VIDA ES MÁS SABROSA


Un buen día organizamos un viaje en lancha para que mis amigos Juan, su futura esposa Pam y Zaile, conocieran las costas norte de los Tuxtlas. Mar azul, arenas perfectas, sol resplandeciente, formaciones geológicas caprichosas y hasta delfines para un gran día como marineros.

Que la foto les cuente...

Martes, 17 abril 2007: 4, 3, 2, 1... ¡Fiesta!

Los nervios correspondientes a nuestra celebración se han ido manifestando por lapsos, provocándonos arritmias, pulsaciones, taquicardias, todo correspondiente a las expectativas pero sobre todo a las emociones de imaginar a nuestra gente querida y cercana con nosotros en la Gran Fiesta...

Pensando que el día se encontraba todavía lejano, dejando las semanas transcurrir y pasar una sobre otra como las olas del mar, me mantenía tranquilo; ahora ya el día es este próximo sábado y la calma se convierte en emoción.

Las horas pasan, nos entretenemos tratando de formalizar los preparativos, pero en este calor tropical, pareciera imposible. Para desacostumbrarse a la ciudad, además de buena voluntad y verdaderas ganas, se necesita concebir perfectamente el siguiente proverbio:
DON’T WORRY, BE HAPPY

Visitas a ver las flores, pero ya era de noche y en la oscuridad, todas las flores son cempasuchil. ¿Y entonces? Entonces podemos compartir una copa de vino por la pareja, ¡Salud! (ha sido un continuo banquete, GRACIAS A DIOS).

Ganas de definirse a uno mismo, de reconocerse, de saber bien quien eres y que es lo que quieres en la vida, de tomarse en serio un proyecto de vida y ser en verdad feliz con él. Hoy Martes pasa, mañana Miércoles ya viene y para el Jueves todo listo. Tengo que confesarles que me gusta pensar en los detalles de decoración.

Como si casarse (amor brujo), fuera algo sencillo que no ocupara todo nuestro tiempo, tengo todavía que hacer cosas para un proyecto que presentaremos ante la CONAFOR... (Epístola a San Felipe de Jesús: que nuestro proyecto no termine en la cruz)

Ya pronto nos veremos, ya por acá nos saludamos, ya bien cerca nos abrazamos...

A. C. B.